Y a quien no le ha pasado que lo que dice tu jefe resulta ser tan cierto como una caja de pepinillos, que termina siendo angustiante, exasperante y demasiado soberbio. Pues en esta oportunidad rescatamos ciertas frases que pueden decirse mejor, recuerden no existe palabra mal dicha sino mal interpretada!
1. “¡Usted, venga aquí!” Mejor, pedirlo “por favor” o ir a hablar con la persona.
2. “De todos modos, no lo entendería”. Es preferible decir: “Permítame que le intente explicar…”
3. “Éstas son las normas”. Si existen reglamentos estrictos, debemos tratar de explicarlos para intentar convencer a nuestro interlocutor.
4. “No es asunto suyo”. Una expresión que suele verse como una falta de respeto. Si hay algo que no puede decirse, podemos limitarnos a explicar las razones.
5. “¿Y qué quiere que haga yo?” Resulta mucho más efectivo decir: “Lo siento, no sé qué hacer ahora mismo, pero me gustaría poder ayudarle.”
6. “¡Cálmese!” Puesto que quien dice esto suele hacerlo gritando o incluso amenazando, sólo logra el efecto opuesto. Es preferible decir en voz baja: “Hablemos, seguro que hay una solución.”
7. “¿Cuál es su problema?” Esta frase desencadenará fácilmente un enfrentamiento. Suena más suave decir: “¿En qué puedo ayudarle?”
8. “Usted nunca…” / “Usted siempre…” Esta frase generalizadora está detrás de muchos divorcios y conflictos laborales del mundo. Es mejor sustituirla por: “En este momento, tú/usted…”
9. “Es por su propio bien”. Si es cierto, entonces hay que agregar un ejemplo, como: “Si hacemos las cosas de esta manera, para usted será mejor porque…”
10. “¡Sea razonable, por favor!” Dado que todos creemos ser perfectamente razonables, es preferible: “A ver si he entendido bien lo que me ha dicho” y repetir a la persona sus propias palabras para que reflexione en el momento.
1. “¡Usted, venga aquí!” Mejor, pedirlo “por favor” o ir a hablar con la persona.
2. “De todos modos, no lo entendería”. Es preferible decir: “Permítame que le intente explicar…”
3. “Éstas son las normas”. Si existen reglamentos estrictos, debemos tratar de explicarlos para intentar convencer a nuestro interlocutor.
4. “No es asunto suyo”. Una expresión que suele verse como una falta de respeto. Si hay algo que no puede decirse, podemos limitarnos a explicar las razones.
5. “¿Y qué quiere que haga yo?” Resulta mucho más efectivo decir: “Lo siento, no sé qué hacer ahora mismo, pero me gustaría poder ayudarle.”
6. “¡Cálmese!” Puesto que quien dice esto suele hacerlo gritando o incluso amenazando, sólo logra el efecto opuesto. Es preferible decir en voz baja: “Hablemos, seguro que hay una solución.”
7. “¿Cuál es su problema?” Esta frase desencadenará fácilmente un enfrentamiento. Suena más suave decir: “¿En qué puedo ayudarle?”
8. “Usted nunca…” / “Usted siempre…” Esta frase generalizadora está detrás de muchos divorcios y conflictos laborales del mundo. Es mejor sustituirla por: “En este momento, tú/usted…”
9. “Es por su propio bien”. Si es cierto, entonces hay que agregar un ejemplo, como: “Si hacemos las cosas de esta manera, para usted será mejor porque…”
10. “¡Sea razonable, por favor!” Dado que todos creemos ser perfectamente razonables, es preferible: “A ver si he entendido bien lo que me ha dicho” y repetir a la persona sus propias palabras para que reflexione en el momento.
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