Para impulsar su presencia en el terreno 2.0, las marcas
deben contar con una base offline. Tomar como punto de partida activos que no
están en Internet permite elaborar una acertada estrategia de marketing
digital.
Para ello mostramos cinco claves
offline que deben respetar las firmas que tienen un componente digital:
1. Una
historia por contar
En el mundo online, la historia en sí
representa un elemento diferenciador para la marca. Si bien es cierto los
competidores pueden ‘copiar’ los atributos de otros productos, la historia de
una firma solo le pertenece a ella, es inimitable.
Crear o contar con una historia propia le
otorga valor a la marca en la web, y trasciende las redes sociales, dado a que
se puede compartir en eventos, entrevistas, notas de prensa, etc.
2.
Reconocer a los clientes internos y externos
Debido a que los clientes internos (colaboradores)
tienen una experiencia directa con la marca -la conocen a fondo, al igual que a
la firma-, no solo deberían estar presentes en los espacios online respectivos,
también podrían ser convocados -siempre y cuando posean conocimientos sobre social
media- para cumplir funciones referentes a las de un community manager. Así, la
administración de redes sociales junto a agencias especializadas sería ideal:
un punto diferencial e incluso estratégico.
La marca debe tener en claro que sus fans en
Facebook o seguidores en Twitter no siempre forman parte de su lista de
clientes externos. Las personas que figuran en las bases de datos de la empresa
son quienes deben conformar la comunidad online.
3. El
mejor fan es aquel que brinda valor
Los mejores seguidores son aquellos que
manifiestan su preferencia por la marca en el terreno offline, a través de una
compra o recompra. Cuando la empresa efectúa una activación en Internet, lo
ideal es que el fan adquiera -finalmente- el producto o servicio.
Este activo offline también engloba a la
capacidad de la marca para recolectar datos e información determinada mediante
una convocatoria a sus propios seguidores, con la finalidad de que éstos
intercambien opiniones en torno a un cierto tema, al estilo de un focus group.
Ello genera ahorros para la start-up.
4. La
calle es una gran fuente de inspiración para las marcas
Uno de los mejores activos offline se encuentra
en la calle, en el día a día, en aquellos espacios (por ejemplo, eventos) donde
sea posible interactuar con la gente, con otros productos e incluso con la
competencia. Esta es una clave que se debe tener -sobre todo- presente para el
terreno online.
Seguir esta pauta dará luz verde a la
generación de ideas ricas e interesantes para alistar publicaciones acertadas
enFacebook o Twitter. No todas las respuestas están en Google. Las mejores
ideas nacen a raíz de las propias experiencias.
5. Tomar
en cuenta el presupuesto antes de poner en marcha una estrategia digital
Antes de iniciar una estrategia de marketing
digital, es indispensable conocer el presupuesto asignado. En base a ello, se
debe trabajar el ‘valor’ de lo que se publicará. Un publicación tendrá
potencial viral en tanto se le añada ‘valor’.
Cuando el presupuesto es bajo, el énfasis en
este aspecto debe ser mayor, puesto que la marca depende -en mayor medida- de
que la comunidad online se interese en las publicaciones efectuadas.
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